El ejercicio ejerce un efecto positivo sobre la salud articular, en general. Las articulaciones tienen la capacidad de adaptarse a cargas de trabajo creciente, por ejemplo, si comparamos la rodilla de un corredor con la de una persona sedentaria se puede observar que el corredor tiene mayor desarrollo muscular, mayor densidad mineral ósea, así como ligamentos y tendones mas fuertes. Sin embargo, esta capacidad de adaptación tiene un límite. Pasado este límite aparecen fracturas de estrés, lesiones musculares o también la aparición de artrosis en edades tempranas.
Este límite, no solo es diferente para cada deportista, sino que además es dinámico, es decir, se puede modificar y elevar en función del entrenamiento y también con una nutrición adecuada.
La clave para prevenir todas estas lesiones y disfrutar de una buena salud articular residen en la nutrición, el entrenamiento y la selección del material técnico apropiado.
Es bien conocido que seguir una dieta equilibrada, prestando especial atención al consumo de frutas y verduras, es esencial para cualquier aspecto de salud.
Sin embargo, hay poca percepción de que el deporte intenso genera un desgaste articular, y que es necesario nutrir las articulaciones para prevenir lesiones.
Los mucopolisacáridos y su función en las articulaciones:
Los mucopolisacáridos o glicosaminoglicanos (entre los que se incluyen el condroitin sulfato, el sulfato de queratano y el ácido de hialuronico), son unas sustancias que se encuentran presente de manera natural en el organismo, y que los seres humanos sintetizan y renuevan de manera fisiológica a lo largo de su vida.
Los mucopolisacáridos son unos de los constituyentes de la matriz extracelular del cartílago y cumplen una función estructural importante, aportando al cartílago elasticidad y capacidad de recuperación frente a las compresiones.
En determinadas situaciones fisiológicas de personas de edad avanzada, en la que la tasa de renovación está disminuida, o en aquellos casos donde existe un mayor desgaste articular por un exceso de ejercicio, sobrepeso, entre otros. Los niveles de mucopolisacáridos en el cartílago disminuyen. Cuando esto sucede, el cartílago articular pierde sus propiedades elásticas y disminuye su capacidad de recuperarse frente a las lesiones.
Por ejemplo, se ha estudiado que el hábito de correr mas de 32 km semanales aumenta en un 2.4 veces, el riesgo de sufrir artrosis antes de los 50 años. La artrosis no es otra cosa que la pérdida de mucopolisacáridos tanto en cartílago articular como en líquido sinovial. La función de estos tejidos es la de evitar la fricción entre las superficies articulares y amortiguar los impactos. Probablemente el sobrepeso articular en los deportistas provoca un aumento en el ritmo de degradación de estos tejidos. Se ha demostrado que una correcta suplementación con mucopolisacáridos y vitamina E ejerce un rol protector sobre el metabolismo del cartílago, ayudando a prevenir o retrasar su degradación.
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